A mi Papá Elías Pitluk, por siempre Papá Palomo
Con el orgullo de llevar tu apellido y tus genes sabios y generosos.
Con el honor de llevar tus sangre, tus enseñanzas y tus ideas, de haber mamado tu sabiduría y tu ideología y llevarlas selladas en el corazón y la mente.
Ser familia de Elías Pitluk siempre fue, es y será un increíble e inmenso orgullo, que compartimos los que tenemos la bendición de ser parte fundamental y fundante de su vida y de su esencia.
Ser hija de Elías Pitluk es un privilegio que no se puede comparar casi con nada en este mundo.
De mi papa aprendí los valores más intensos de la democracia y la lucha por un mundo mejor, la prioridad en el bien común y el encuentro sano entre las personas, los ideales de justicia y equidad,..y todas esas cosas que nos hacen más humanos a los humanos, mejores personas que aportan a la construcción de un mundo mejor.
Papa no aceptaba jamás lo que era injusto, accionando equitativamente siempre, desde todos los lugares posibles y con la misma certeza a lo largo de los tiempos…defendiendo a los docentes y la escuela pública, a la arena de las dunas de su playa, a su calle para que se llame Mercedes Sosa y no Julio Argentino Roca…
Lo Recuerdo como si fuera hoy cuando éramos chicos y un nene se lastimaba en la playa salir corriendo para socorrerlo, mientras se metía con nosotros en el mar y nos hacia volcanes en la arena que hasta tenían humo verdadero que les salía por arriba; recuerdo los juegos escenificando canciones y cuentos, haciendo trucos, inventando historias…contándonos el cuento del Papa Palomo cada noche…
Después se convirtió en el zeide Palomo, el Papa Noel, acunando a sus nietos mientras les cantaba el Lule Lule, haciendo con ellos los mismos juegos que con nosotros…
Y llego la bisnieta y empezó nuevamente la rueda de juegos, canciones y bailes.
Muchas personas dijeron en estos días que era un ser maravilloso, casi único, casi perfecto, lleno de ideales y de acciones para concretarlos, pendiente, solidario, justo y sereno.
Lo era, lo es y lo será por siempre, porque las personas así no se mueren nunca ni para la familia, ni para los amigos ni para el mundo entero.
Elías nunca fue y no es cualquier persona, por su barba blanca, por su barriga rellena de amor y comida en la cual todos nos escondimos cuando teníamos miedo, por su bolsa repleta de regalos de todo tipo para todos, por su ternura infinita y su abrazo perfecto
Para mí, como lo dije toda mi vida y lo seguiré diciendo, el mentor de mi desarrollo intelectual y profesional, el salvador de mi infancia, compañero fundamental de mis logros, sueños y proyectos. Con esa mano cálida que me ayudaba a trepar cuando era pequeña, esa paciencia con la que me escuchaba las lecciones de la escuela y los cuentos cuando era maestra, o recitaba las poesías que hasta hace tan pocos días repetíamos juntos, o cuando me ayudaba organizar mis ideas para mis conferencias o escuchaba partes de mis libros para darme sus opiniones…con esa mirada y ese gesto orgulloso de saber que había sembrado todo eso en mi y que esos frutos lo llenaban de satisfacciones.
Ahora te imagino en Mar de las Pampas, tu lugar en el mundo como siempre decías, en esa playa y bajo esas estrellas que son las más bellas porque son tuyas.
Elías
No, no es fácil encajar una noticia como ésta. Esa mañana como algunas otras habíamos tomado nuestro cafecito y mantenido esas charlas que solo con él se podían tener. Un par de horas antes de su partida, también estuvimos con mi Sra. almorzando en su hogar. Porque así nos lo hacía sentir cada vez que comemos en Aike Malem.
Y se hizo el silencio, sintiéndonos pequeños en la inmensidad, pensamos y nos damos cuenta de que hoy estamos y mañana ya no, de que la vida y la muerte están separadas por un estrecho hilito que se rompe en un segundo, de que pasamos por la vida como aquel que pasea un rato por el bosque y cuando se quiere dar cuenta se le han pasado las horas volando, de que la vida es corta como las tardes de invierno.
Fue de esas pocas personas con las que luego de una tácita aceptación, ya te sientes amigo de siempre. Un Hombre completo y entero. Sensible y solidario. De aquéllos privilegiados a los que las cachetadas de la vida no les generan resentimiento alguno. Un sabio a su manera con un gran niño interior. Ecuánime, componedor y partícipe del consenso. Siempre blandiendo banderas de humor, respeto, ética y honor. Donde veía a la injusticia, veía a su enemiga. Egoístamente digo que perdimos un amigo, pero la vida perdió más. Nunca dejaremos de verte en los paisajes del que fue tu entorno, siempre sentiremos tu presencia, tal vez guardando la distancia que solías respetar con tu mirada y sonrisa complaciente como en la foto que atesoramos. Aquéllos que tuvimos la suerte de conocerlo al menos un poco, seguramente lo extrañaremos y recordaremos. Ese será nuestro mejor tributo a su merecida trascendencia. Querido Elías, esperamos que descanses lleno de paz en algún lugar del firmamento donde ya no exista el tiempo. Y si existe, que no se detenga. Allí nos encontraremos de nuevo, amigo, y seguiremos poniendo nombre a las estrellas. Gracias Elías por haber enriquecido nuestras vidas!
Alicia y Luis
El Chasqui de Mar de las Pampas
Artículos de la publicación Nº 162 – Mayo 2014
El Chasqui de Mar de las Pampas
Artículos de la publicación Nº 165 – Agosto 2014
Diciembre 2014
En esta primer Navidad sin PAPA NOEL, PAPA PALOMO, MI PAPA, el mentor y sostén de tantas de mis cosas, «el autor de mis días» como a él le gustaba decir…la emoción y el compromiso se elevan casi hasta el infinito…y si ese increíble ser ya es parte de ese infinito y acá, en lo terrenal, te hace tanta falta, todo se mezcla con la tristeza y la nostalgia de un tiempo en el cual el abrazo y el beso eran parte de un constante flujo de amor incondicional, ese que justamente pertenece a otro mundo.
Elías Pitluk, un hombre que modifico a los hombres, porque cuando esos seres especiales habitan el mundo, este necesaria e indefectiblemente se ve mejorado.